Se marcha el que ha sido uno de los mejores otoños que recuerdo en la
Sierra de Guadarrama. Un otoño lento y lleno de matices que se ha dejado
fotografiar fin de semana tras fin de semana como pocos. Desde hace
tiempo tenía guardadas unas fotografías del
Arroyo Sestil de Maillo a su paso por el
Abedular de Canencia para despedir la estación como se merece. Ojalá el invierno que entra sea tan auténtico como el otoño que se va.