lunes, 12 de noviembre de 2012

Fotografiando bosques en la Sierra de Urbasa (Navarra)


Uno de los principales atractivos de la Sierra de Urbasa son los bosques. Cuando estuve allí tuve la oportunidad de visitar algunos de ellos y, aunque a la zona quizá le faltaba un puntito para estar completamente otoñal, una ligera nevada y algo de niebla le daban un ambiente único que había que aprovechar.



Si ya es complicado transmitir la belleza de un paisaje con una fotografía, en el caso de los bosques los problemas se multiplican. Hay que darle muchas vueltas para encontrar una composición en la que los elementos tengan cierto orden y no sea todo demasiado caótico, por no hablar del contraste extremo que se produce entre la oscuridad del suelo y la luz blanquecina que se filtra entre las hojas de los árboles.

Un recurso que suelo utilizar consiste en elegir un ejemplar que destaque sobre los demás para darle un peso importante en la imagen, haciendo que ocupe buena parte de ella y que el resto de la composición gire en torno a ese motivo principal. Un tronco cubierto de musgo con unas hojas verdes me sirvió esta vez como base de la composición.


Para solventar los problemas que señalaba al principio, trato siempre de evitar superposiciones incómodas entre los troncos de los primeros planos e intento que, si decido incluir la parte más alta del bosque en la composición, la zona sea lo suficientemente tupida como para que las inevitables zonas quemadas no tengan demasiado protagonismo en la imagen final. En este caso no fue difícil, porque los árboles conservaban aún una buena cantidad de hojas en sus ramas.

Por último, algo de niebla puede ser nuestro gran aliado si lo que buscamos es transmitir la impresión de que el bosque continúa más allá de donde la fotografía muestra. Aquel día no era especialmente densa, pero sí lo suficiente para producir ese interesante efecto.