miércoles, 24 de julio de 2013

Dolomitas I: Croda da Lago, donde habita la luz

Reinhold Messner las ha descrito en más de una ocasión como las montañas más bellas del mundo. Siempre pensé que era una exageración, que lo decía influido por sus orígenes tiroleses, que estaba, en cierto modo, barriendo para casa. Doce días perdido por las Dolomitas me han servido para ahuyentar cualquier tipo de duda sobre la sinceridad de la afirmación del mejor alpinista de la historia. Quizá haya montañas más altas, cumbres más agrestes, cimas más prestigiosas... pero después de esta imborrable experiencia entiendo que las Dolomitas puedan enamorar como ninguna otra cadena de montañas a quien las ha vivido casi todas. 

Luces inimaginables, como las que iluminaron durante nuestra aventura la escarpada cresta de Croda da Lago, quedarán grabadas siempre en mi memoria como momentos irrepetibles, de esos que le hacen sentirse a uno tremendamente afortunado de haberlos podido vivir. Me cuesta escribir palabras que hagan justicia a semejante espectáculo de luces, pero espero haberme acercado a captar con mi cámara lo que  presencié con tanta emoción. Cinco fotografías, cinco fugaces instantes de luz, cinco motivos más para seguir soñando.