martes, 24 de septiembre de 2013

Dolomitas IV: "Tirando de tele"

Uno de los aspectos que más me ha atraído siempre de la fotografía es el hecho de que gracias a una cámara de fotos podemos captar la realidad de maneras muy distintas a como la percibimos habitualmente. El ejemplo clásico es el de las fotografías con velocidad de obturación lenta, que nos permiten captar el movimiento, o muy rápida, que nos permiten congelar un instante que de otro modo se perdería en la secuencia. Es el ejemplo clásico, pero no el único. 

Mirar a través de un teleobjetivo es como tener un par de ojos adicionales que nos permiten llegar donde los nuestros no llegan o, mejor dicho, nos permiten aislar detalles de una escena más general en la que con frecuencia pasan desapercibidos. Es por ello que siempre que tengo ocasión "tiro de tele" y examino pieza a pieza, como si de un puzzle se tratara, el paisaje que tengo delante. Durante mi viaje a las Dolomitas repetí este divertido ejercicio en varias ocasiones, he aquí una selección de 5 de esas imágenes que sin la ayuda de un teleobjetivo no habría podido traerme a casa.



































































































4 comentarios :

Juan Ángel Regaña dijo...

Al regreso de mi primer viaje a Los Alpes Suizos, me dí cuenta que las fotos que había realizado con el tele eran distintas. El angular en los grandes paisajes de verdad, a veces se dispersa y no consigue capturar la esencia que persigue el fotógrafo de naturaleza. Desde aquel viaje, el teleobjetivo es mi primera opción en escenarios similares.
Muy bonitas las cinco imágenes, pero he de decirte que la segunda es un "10"... enhorabuena!
Saludos!

Anónimo dijo...

Estoy totalmente de acuerdo contigo, Juan Ángel. Hay veces que con un detalle se consigue transmitir mucho más que con una imagen general. ¡Tú en eso eres un maestro!

¡Saludos!

Jordi Amela dijo...

Me gusta mucho la segunda, unos tonos y unas sombras preciosas.

Anónimo dijo...

¡Me alegro de que te guste! Lo cierto es que esas paredes cogen unos tonos muy atractivos en cuanto les da una luz cálida, pero aquel día estaban especialmente llamativas.

¡Saludos!